Tango es un mastín de 2 años. Llegó con tan solo 3 meses, le habían abandonado en una gasolinera y un matrimonio que pasaba por allí le recogió. Nosotros buscábamos un cachorro para nuestra familia y al verle nos conquistó.
Noble, tranquilo y cariñoso, es el que pone órden en la manada. Con su tamaño no necesita más que dar un par de ladridos, y todos a su sitio. Es muy juguetón y tiene gran agilidad a pesar de su embergadura y aunque a veces es un poco cabezota, como todo mastín, es muy obediente.
Tango es un gran compañero, me ayuda con aquellos perros nerviosos que se sobreexitan con facilidad, él transmite tranquilidad y equilibrio y les ayuda a relajarse.
También con aquellos que tienen que aprender a pasear, Tango es el mejor “profesor”, es un “ancla”, que no se mueve con facilidad!!